Síndrome de Dolor miofascial en fisioterapia: Revisión de la evidencia

Introducción al Síndrome de Dolor Miofascial

El Síndrome de Dolor Miofascial (SDM) es una condición dolorosa crónica caracterizada por la presencia de puntos gatillo miofasciales, que son, en teoría, áreas localizadas de alta contractilidad dentro de la banda muscular. Estos puntos gatillo son sensibles al tacto y pueden provocar dolor referido, es decir, dolor que se percibe en una ubicación distinta a la fuente de estímulo. El SDM es una de las causas más comunes de dolor musculoesquelético crónico y afecta a una amplia gama de la población, independientemente de edad o actividad física.

Comprender este síndrome es fundamental debido a su alta prevalencia. Se estima que afecta entre el 30% y el 85% de la población en algún momento de sus vidas, dependiendo de los criterios de diagnóstico utilizados y las poblaciones estudiadas.

Imagen representativa de “puntos gatillos” en bandas musculares “tensas”. No corresponde a la realidad.

Epidemiología y Prevalencia del Síndrome de Dolor Miofascial

En términos de distribución demográfica, el SDM no discrimina por edad, afectando tanto a jóvenes como a adultos mayores, aunque es más comúnmente reportado en personas de mediana edad. Existe una prevalencia ligeramente mayor en mujeres que en hombres, lo cual podría estar relacionado con diferencias en las respuestas hormonales, estrés físico y posiblemente factores genéticos.

Los factores de riesgo para el desarrollo de SDM son multifacéticos e incluyen tanto elementos físicos como psicológicos. Físicamente, el sobreesfuerzo muscular, las posturas inadecuadas prolongadas y las lesiones directas se presumen son precipitantes comunes. Desde una perspectiva psicosocial, el estrés crónico y la ansiedad pueden exacerbar o incluso precipitar la aparición de síntomas de SDM debido a la tensión muscular constante y los patrones de respiración alterados que acompañan a estos estados emocionales.

A nivel de la actividad se dice que ciertas ocupaciones que requieren movimientos repetitivos o posturas estáticas prolongadas (como el trabajo de oficina o la labor manual intensiva) están asociadas con un mayor riesgo de desarrollar SDM. Además, el sedentarismo en conjunto con lo mencionado anteriormente y de manera crónica puede contribuir al desarrollo de este fénomeno aún no bien entendido por la ciencia.

Fisiopatología

Como habíamos mencionado anteriormente el Síndrome de Dolor Miofascial es una entidad clínica caracterizada principalmente por la presencia de puntos gatillo miofasciales (MTrPs), que son nódulos hipersensibles en bandas tensas de fibras musculares. Estos puntos son palpables durante el examen físico y pueden producir dolor referido.

Descripción de los Puntos Gatillo Miofasciales

Los MTrPs pueden clasificarse como activos o latentes. Los puntos gatillo activos son aquellos que producen dolor espontáneo o durante el movimiento, mientras que los latentes solo causan incomodidad cuando se aplican directamente. Ambos tipos pueden provocar una restricción significativa en el rango de movimiento y una disminución en la funcionalidad del músculo afectado. Al palpar estos puntos, los pacientes pueden experimentar una respuesta de espasmo local, un signo diagnóstico característico del MPS.

Mecanismos Bioquímicos y Físicos Subyacentes

A nivel bioquímico, se cree que la actividad en los MTrPs está relacionada con una liberación excesiva de acetilcolina por las terminales nerviosas motoras, lo que resulta en una contracción muscular sostenida. Esta contracción constante puede reducir el flujo sanguíneo, causando una acumulación de productos de desecho metabólicos como el ácido láctico, que a su vez estimula más las fibras nerviosas nociceptivas y perpetúa el ciclo de dolor y espasmo.

Desde un punto de vista físico, la presencia continua de contracciones musculares puede provocar una disminución en la eficiencia del intercambio de oxígeno y nutrientes, lo que lleva a un estado de hipoxia localizada. Esta condición puede facilitar la liberación de mediadores inflamatorios que contribuyen a la sensibilización nociceptiva tanto a nivel local como central, exacerbando la percepción del dolor.

Marco Conceptual de la famosa “Hipotesis de la crisis energética”

Teorías Recientes sobre la Patogénesis del MPS

Una de las teorías emergentes en la patogénesis del SDM es la relacionada con la disfunción de los mecanismos de control del dolor a nivel del sistema nervioso central (SNC), conocida como sensibilización central. Esta teoría sugiere que el MPS puede desarrollarse cuando hay una alteración en la manera en que el cerebro procesa las señales de dolor, llevando a un aumento en la sensibilidad y una percepción del dolor amplificada. La investigación en esta área indica que cambios en la modulación del dolor en el SNC pueden contribuir al desarrollo y mantenimiento del MPS, especialmente en casos crónicos.

Además, estudios recientes han comenzado a explorar la influencia de factores genéticos en la susceptibilidad al SDM. Las variaciones en genes específicos que regulan la producción de ciertas enzimas y receptores del dolor podrían predisponer a algunos individuos a experimentar un mayor nivel de sensibilización y respuesta al dolor.

Finalmente, el estrés y otros factores psicosociales también juegan un papel crucial en la patogénesis del MPS. Se ha observado que el estrés puede influir en la actividad del sistema nervioso autónomo y aumentar la tensión muscular, lo que potencialmente puede activar o exacerbar la presencia de MTrPs.

Diagnóstico del Síndrome de Dolor Miofascial

El diagnóstico del Síndrome de Dolor Miofascial (MPS) es predominantemente clínico y se basa en la identificación de puntos gatillo miofasciales (MTrPs) a través de métodos específicos. Debido a la naturaleza compleja y a menudo subjetiva de los síntomas, el proceso de diagnóstico puede presentar varios desafíos.

Métodos de Diagnóstico Clínico

El enfoque primordial en el diagnóstico del MPS es el examen físico, que incluye la palpación de los músculos para detectar la presencia de MTrPs. Estos puntos se caracterizan por bandas musculares tensas palpables que son dolorosas al tacto y pueden producir un dolor referido característico. Además, los pacientes pueden experimentar una respuesta de salto durante la palpación, lo que refuerza el diagnóstico de SDM.

El historial médico del paciente también es crucial para el diagnóstico. Los clínicos deben indagar sobre el inicio del dolor, su duración, patrones de ocurrencia, actividades que exacerban o alivian el dolor, y la presencia de cualquier evento desencadenante como lesiones o estrés psicológico. Esta información puede ayudar a diferenciar el SDM de otras condiciones dolorosas musculoesqueléticas. Autores como Baeumler, P. y colaboradores proponen el siguiente algortimo diagnostico para puntos gatillos:

Propuesta de algoritmo diagnóstico para puntos gatillos miofasciales. Baeumler, P., Hupe, K. & Irnich, D. Proposal of a diagnostic algorithm for myofascial trigger points based on a multiple correspondence analysis of cross-sectional data. BMC Musculoskelet Disord 24, 62 (2023). https://doi.org/10.1186/s12891-023-06129-y

Técnicas Avanzadas

Aunque el diagnóstico del SDM es fundamentalmente clínico, técnicas de imagen como el ultrasonido y la resonancia magnética (MRI) están ganando aceptación para una visualización más detallada de los tejidos blandos involucrados. El ultrasonido se piensa que puede ser particularmente útil para visualizar las características estructurales de los puntos gatillo, aunque esto aún no está validado La MRI, aunque menos utilizada de manera rutinaria debido a su costo y menor especificidad para el SDM, puede ser útil en casos complicados donde se necesita excluir otras patologías.

El uso de la termografía infrarroja y la elastografía también se está explorando en la investigación para proporcionar un método de diagnóstico más objetivo y menos invasivo. Estas tecnologías pueden medir la rigidez de los tejidos y los patrones de flujo sanguíneo, que pueden estar alterados en áreas afectadas por MTrPs Aunque la investigación se encuentra aún en pañales.

Desafíos en el Diagnóstico Preciso del MPS

El diagnóstico de MPS enfrenta múltiples desafíos. Primero, la falta de criterios diagnósticos estandarizados y la variabilidad en la formación de los profesionales de la salud pueden llevar a diagnósticos inconsistentes o incorrectos. Además, los síntomas de SDM pueden solaparse con otras condiciones musculoesqueléticas como la fibromialgia, complicando aún más el diagnóstico diferencial.

Otro desafío es la subjetividad inherente en la evaluación del dolor y la respuesta del paciente durante la palpación de los puntos gatillo. Esto puede ser especialmente problemático en pacientes con umbral bajo de dolor o aquellos que pueden tener dificultades en describir sus síntomas.

Finalmente, aunque las tecnologías de imagen avanzadas ofrecen nuevas posibilidades para el diagnóstico del SDM, su accesibilidad y coste pueden limitar su uso en la práctica clínica habitual. Además, la correlación entre los hallazgos de imagen y los síntomas del paciente no siempre es directa, lo que puede llevar a confusiones en la interpretación de los resultados.

Tratamiento

El tratamiento del Síndrome de Dolor Miofascial abarca un espectro amplio de enfoques, desde métodos no invasivos hasta opciones más invasivas, dependiendo de la severidad y persistencia de los síntomas del paciente. Los tratamientos están diseñados no solo para aliviar el dolor, sino también para restaurar la función y prevenir la recurrencia de los síntomas.

Enfoque No Invasivo

El enfoque no invasivo desde la fisioterapia es fundamental en el manejo del SDM, utilizando una combinación de técnicas de movilización, ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para mejorar la flexibilidad y la función muscular. La educación a los pacientes sobre postura, actividad física prácticas de autocuidado para evitar la recurrencia de los síntomas.es a menudo el primer paso en el tratamiento del SDM incluyendo:

  • Estiramientos
  • Masajes
  • Compresión Isquémica
  • Liberación Miofascial

Conclusiones y Futuras Investigaciones

Necesidades Actuales en Investigación y Tratamiento

Actualmente, existe una necesidad significativa de investigación más rigurosa y estandarizada para entender mejor los mecanismos subyacentes del SDM. Esto incluye una mejor definición de los criterios diagnósticos y el desarrollo de protocolos de tratamiento basados en evidencia más sólida. Además, estudios longitudinales que sigan la progresión del SDM y evalúen la eficacia a largo plazo de los diferentes tratamientos serían de gran valor.

Futuras Direcciones y Avances Potenciales

En conclusión, mientras que el manejo del SDM ha avanzado, aún queda mucho camino por recorrer. La colaboración continua entre investigadores, clínicos y tecnólogos es esencial para impulsar estos avances y mejorar significativamente nuestro entendimiento sobre este fénomeno y mejorar la calidad de vida de los pacientes afectados por esta compleja condición.

Referencias y lecturas recomendadas

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